viernes, 21 de noviembre de 2008

Dijo digo y entendieron mus

Fig. 1: Ejemplar de broiler pensando en la polémica actual

Preocupa lo que ocurre en Belfast, pues el maketo quiso decir Aurrera Broiler, que en vascuence significa Adelante con los pollos híbridos redondeados. Ver aquí

Quien haya querido entender que el pobre maketo enaltecía el terrorismo diciendo "aurrera bolie" es porque tiene un problema o porque es mala persona. Con tan poética metáfora nos dice que adelante con la mezcla de razas. No como predicaba Sabino Arana, que decía que los vascos no debían mezclarse con la raza española por respeto a sus antepasados. En verdad lanzó un alegato contra el nacionalismo vasco, es decir, contra el terrorismo.

Además, si no hubiera mezcla de razas no habría broilers y la carne de pollo sería más cara. Este hombre es un humanista. ¿Para cuándo un reconocimiento oficial?


Fig. 2: Dicen que decía Aurrera bolie pero es mentira


La ministra guapa


Esta noche televisaron una entrevista soporífera a nuestra ministra de igualdad, la joven Bibiana Aído. Aguanté porque mientras me adormecía pensaba que me estaba hablando al oído...

Se ha cambiado el peinado y está peor. Por otro lado, parece que ha perdido fuerza, pues en más de una ocasión (aunque no en todas) se refirió el entrevistador a "ser ministro" dejando fuera a las ministras, apeló a los "miembros" (no recuerdo de qué) y olvidó a las miembras, y ella ni pío dijo. No le debió de venir a su bella cabeza ninguna necedad y lo dejó estar. ¡Y sin enfadarse! No pasa nada porque miembras no existe y su ministerio se creó para ganar votos entre la juventud porque es guapa. Pero debería haber mostrado un poco de carácter. En el fondo asume su rol de mujer. Es injusto pero está montado así y le ha tocado serlo.

¡FLORERO! O mejor dicho, y esto te lo voy a dedicar, tigresa, con beso eléctrico y todo, ¡FLORERA!


sábado, 8 de noviembre de 2008

Licencia para incordiar


Un ciudadano pasaba por delante de un incendio y decide salvar los muebles e intentar socorrer a las víctimas. Mientras se afanaba en tan noble tarea, un agente de la Guardia Civil le empieza a dar tirones a su manguera, con lo que eso molesta, y a ordenarle (porque estos trabajadores son autoridad aunque no tengan sindicatos) salir y dejar aquello quemarse. Ver aquí

El ciudadano es desobediente y no sale. Ya puestos, le podían haber disparado. Aunque fuera a las piernas, para no matarle.

Cuando pasó el peligro, el agente le denunció por desacato a la autoridad, pero creemos que el motivo verdadero fue porque le estaba robando el protagonismo. Y robar, además de pecado es delito.

Actúan nuestros agentes sabiendo que no hace falta entrar a "Las Barranquillas", ni al "Príncipe Alfonso", ni al "Polígano" a molestar a nadie. Pues en cualquier parte pueden encontrar el modo de cubrir su expediente.

Por otra parte, el juez impuso al denunciado una multa y tendrá que asumir las costas del juicio. A ver si se va a pensar que el buen funcionamiento de nuestra justicia es gratis.

Para colmo, resulta que el desobediente era bombero de incógnito.


sábado, 1 de noviembre de 2008