domingo, 5 de abril de 2009

Los jueces hacen lo que quieren...

Uno de estos personajes causa dolores de cabeza a José Luis Moreno

... Y no les pasa nada, oye. ¡Qué suerte!

Ahora se les ha escapado el ladrón y asesino albano kosovar (a partir de ahora abreviaremos diciendo sólo albano kosovar) Astrit Bushi y no les pasa nada porque la culpa no es de nadie.

Estaría bien que quienes tenemos que padecer la incompetencia de estos jueces gorrones y vagos nos pusiéramos en huelga, como contribuyentes que somos, y nos negásemos a pagarles sus sueldos, porque no se los merecen. Y además, exigirles que devuelvan a las arcas del estado el coste de las operaciones policiales que habían llevado a su detención, a ver si se creen que los gorros y las balas de los policías no cuestan dinero. Y si no tienen para pagarlo, que pidan un crédito o que contraten un seguro, como hacemos los demás cuando nos pillan, por ejemplo, conduciendo «alegres» aunque no seamos albano kosovares.

Si este colectivo no dispusiera de escolta, ¿se esmerarían más en encerrar a la chusma? Porque ahora se comportan como si supieran que, aunque sueltos los albano kosovares, a ellos no les van a hacer nada.

A ver si va a resultar que estaban compinchados.

jueves, 2 de abril de 2009

El ecuata violadorsito



Un ecuatoriano ha sido detenido junto con su cómplice en Tarragona por intentar violar a una mujer marroquí mientras lo grababan en Video. ¿Dónde está ahora Correa? Déjese de invitar a Sergi Xavier a conocer su país, e invite a sus compatriotas violadores a regresar a la selva de la que no supieron salir.

Claro, esta violación no es un ataque racista porque eso es patrimonio de los españoles. Aunque en estos países tercermundistas son racistas, pero a la inversa. Su complejo de inferioridad coloca a los europeos y a los americanos de primera (E.E. U. U. y Canadá) en un plano superior al que ellos nunca llegarán. Es mucho más cómodo renunciar a su dignidad para justificar sus desmanes y quedarse con la conciencia tranquila. Así podrán decir sin sonrojarse cosas como «yo robo porque soy un ser inferior sin capacidad para trabajar, compréndanme porque además es culpa suya y de sus antepasados colonialistas».

Qué bien estaba Colón en un convento.