martes, 30 de diciembre de 2008

Encontré un Moleskine


Mientras viajaba con un amigo encontré en su coche un cuaderno de esos con gomita en la tapa. No era suyo y le pedí que me lo regalase, porque son caros. Accedió tras comprobar que no había dinero entre las páginas. Cuando vi que ya estaba todo escrito iba a tirarlo por la ventanilla, pero se trataba de un Moleskine y me lo guardé para leerlo, pues es el cuaderno que utiliza para escribir la gente interesante.

Desde el comienzo decepciona, pues parece el dietario de un pobre hombre que busca un empleo para vivir sin trabajar. Está repleto de menciones a cosas que parecen proyectos pero sin ninguna cohesión. Debía de tratarse de sus divagaciones, escritas además a lápiz por inseguridad.

Tras varias páginas sin interés van apareciendo una especie de memorias sobre la empresa que montó con una socia y también sobre su vida que iré contando por entregas en sucesivas entradas de este blog, aunque tardaré en ordenar todo el material porque está plagado de analepsis y algunos pasajes parecen falsos y otros delictivos.


Como anticipo va el primer párrafo:

El trabajo dignifica. Por esa razón me propuse varias veces dejar de tener la mente ociosa y las manos colgando de los brazos.

Continuará...



2 comentarios:

elita dijo...

¡Coño! Así que encontraste mi Molestine...

Nacho dijo...

Viene un nombre y una dirección, pero no es el tuyo. Como no le conozco no se lo devuelvo hasta que lo descifre por completo.