sábado, 25 de octubre de 2008

Cultura antigua



Antes de aprender la técnica del tiro en la nuca y la bomba lapa, nuestros vecinos de azotea se emplearon contra los amerindios con artes más nobles. Aunque con categoría de franceses (ojalá fuera así), se les pinta en este retrato capaces de comunicarse mediante lenguajes no articulados, de brincar por las piedras cual cabras montesas y de utilizar su bruto ingenio para liquidar al enemigo de una forma original.
Vemos en este documental histórico cómo antes de incorporar a su equipaje la 9 mm parabellum, fiambreras y ollas a presión, quitaban del medio, no sin bajas, al enemigo de turno valiéndose de una alargada manopla de mimbre (o cesta punta).

¿También les oprimían los pieles rojas? ¿Cómo les llamaban?

Joder, qué mala suerte. Nacieron estrellados.



2 comentarios:

elita dijo...

Muy bueno chaco!!!! En cualquier caso estos vascos parecen españoles, bailan flamenco y todo. Esto seguro que jode mucho por la azotea. Impresionante lo de la cestapunta.

Nacho dijo...

En cosas normales como arrimar la cebolleta bailando, usar navaja o ser torpe para aprender idiomas se asemejan a los demás españoles. Pero en otras cosas hay diferencias.

Los gritos, el rollo lolailo boinil, el manejo disparatado del armamento... ¿Has visto qué saltos? Parecen sandokanes de caserío. Creo que esto último es el famoso hecho diferencial. A los demás no nos sale igual de bien.

Salud.