El parque temático más grande del planeta empieza a tener vida autónoma.
Como las especies animales, los países tienen un desarrollo y una evolución. Así en Europa y el primer mundo pasamos de la edad de piedra a la edad de oro dejando en medio el arte gótico, el renacimiento, el descubrimiento del Nuevo Mundo, la revolución industrial, el cine, el viaje a la luna, etc..
En África llevan el mismo camino pero tomando algún atajo. Como van por detrás, algún avispado les ha contado cómo les fue a nuestros antepasados para así obviar ciertas épocas en las que a los europeos la cosa nos pintó mal. Piensan prescindir del milenarismo, de la quema de brujas, de los premios Nobel, de los nacionalismos periféricos, etc..
En su viaje por el tiempo aún no han alcanzado nuestro presente, encontrándose ahora en la época de los piratas. Así soportamos su burda representación del papel por la tele, pese a que los polizones del Alakrana no se parezcan a Errol Flynn, Burt Lancaster o Gene Kelly. Éstos, en vez de oler a ron huelen a culo de mono, y no les espera una guapa cantinera en cada puerto, sino más bien la sucia policía local o algún idólatra [= toda la gente que cree en algún dios falso que son la mayoría de los no europeos] musulmán de los que por allí campan a sus anchas.
Esperemos que esta moda mal asimilada se les pase rápido.
Después de los piratas vienen los indios contra vaqueros. Este tema ya lo testearon en Zimbawe (la antigua Rodesia) con escaso éxito dada la enorme tendencia a sobreactuar de la turba zaina. Desgraciadamente no se trataba de «Minstrel», un género teatral muy denostado en la actualidad, en el que actores blancos tenían que disfrazarse de personajes negros para representar escenas de la vida cotidiana de éstos sin que llegasen a comerse de verdad en el teatro. Lo de Zimbawe era real.
Parece que la invasión tercermundista es imparable.
Afortunadamente el hombre blanco será capaz de colonizar otro planeta. A ver si para allí y entonces, se le prohíbe la entrada a la chusma y podemos tener una jubilación sin sobresaltos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario