miércoles, 8 de septiembre de 2010

Homenaje universitario a la Patrona de Asturias

No te preocupes, todavía hay quien te venera aunque no vaya a misa.

El hostigamiento a «la gente normal» ya llega hasta los nombres de pila. No hace mucho me contaron que un profesor universitario había escuchado una conversación de pasillo entre 2 lumbreras (se sobreentiende que se trataba de mujeres, pues si fueran hombres habría escrito «lumbreros»), y se llevó un susto. Decían esto:


—¿[...] Covadonga?

—Sí, tía.
—¡Jo! Qué nombre tan raro, ¿no?
—Ya, tía, pero a mí el que me parece súper-raro es Paloma.
—¡¡Vayaaaaaa!!

Éstas son las consecuencias de la contaminación de un censo infestado de nombres impresentables, por culpa de unos padres que en su día quisieron dar la nota bautizando a sus niños con nombres de perro como Andrew, Kevin, etc.

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